La congelación es una excelente forma de conservar alimentos. Permite mantener las propiedades nutricionales de los productos y prolongar su vida útil. No obstante, la congelación debe hacerse de manera correcta para garantizar que los alimentos conserven su sabor, textura y valor nutritivo.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que no todos los alimentos son aptos para congelar. Por lo que antes de congelar cualquier producto, es importante informarse sobre su compatibilidad con este método de conservación.
Para congelar alimentos correctamente, deben estar lo más frescos posible. Esto se debe a que la congelación solo detiene el proceso de descomposición, no lo revierte. Los alimentos que ya han comenzado a estropearse no se mejorarán al congelarse.
Además, los alimentos deben ser congelados a la mayor brevedad posible tras su compra o recolección. Esto garantiza que los nutrientes se conserven de la mejor manera. También se deben guardar en envases o bolsas adecuadas para congelación, que sean resistentes al frío y que permitan un cierre hermético para evitar la entrada de aire.